miércoles, 29 de abril de 2009

EDITORIAL


La imagen precedente corresponde a Ed Stalker, nuestro benemérito editor, en uno de sus últimos avatares, tomada por la irresistible lente del fotógrafo Mario Ruiz.

A resultas de las influencias sutiles llevadas a cabo quién sabe por medio de qué artilugios por éste, nuestro factótum, durante el año 1999 y subsiguientes se reunió en una vieja casa del barrio de La Loma, ciudad de La Plata, un grupo de escribas, plásticos, músicos, y el citado fotógrafo, para desarrollar una suerte de proyecto editorial, tal lo demandado por el viejo Ed, sorprendiendo a extraños y sobre todo, a propios.

Ahora, y habiendo cesado la influencia cohesiva de tan ilustre y enigmático aglutinante, cada uno continuó con sus labores separadamente, ajenos en tiempo y espacio; y solamente se reúnen, tal vez porque algún virtual albacea de Ed así lo ha dispuesto, en esta página. Todos sabemos lo difícil que resulta mantener unida a la caterva.
Para más datos, por favor, comunicarse vía E-mail donde, si bien no serán respondidos todos sus interrogantes, trataremos de complacerlos al menos en los que a nosotros conciernen. Algo es algo. Para los otros, los trascendentes, necesitaríamos del viejo Ed; pero, como ya dijimos, le hemos perdido el rastro.